hijos

Cuando tenemos hijos, renacemos con ellos y vamos creciendo con ellos. Tener un hijo nos une a todas las generaciones de la humanidad, nos hace participar plenamente en la línea que ha ido comprometiendo y entregando a cada generación a la siguiente. Sentimos también todo lo que hemos recibido de las anteriores y muy especialmente de nuestros padres, abuelos, tíos y otras personas. Concebir, acoger y hacernos cargo de una nueva vida es el mayor misterio que vamos a vivir en nuestras vidas, nunca viviremos algo más trascendente que eso. Es una aventura en la que sentimos muchas incertidumbres, aprendemos y también nos transformamos. Para formar una nueva vida es esencial la familia, pero también es necesaria toda una comunidad. Aprender unos de otros, cooperar en la crianza, discernir juntos es crucial.